Una verdadera picada. Ubicada en una villa tradicional, en una esquina de un pasaje y una calle netamente habitacionales, es parte de unos locales desolados de poca concurrencia. Atendida por su propio dueño, Don Nelson, quien conoce cada gusto de los fieles consumidores que frecuentan su local. Caña de vino tinto (con baranda), pipeño con fernet, chicha, cerveza individual (medio pato), entre otros, son algunos de los brebajes de la carta. Para el hambre existe un único menú que cocina el mismo Don Nelson, es el Churrasco en marraqueta y media con tomate (los clientes más conocidos saben que también lo pueden pedir con queso fundido). Este sándwich es realmente increíble, el bife es martillado, bien aliñado y tiene ese sabor al típico bistec que preparan las mamás en el viejo sartén de casa, dicen que los tomates los trae de Limache, el sanguche lo sirve en un plato con tenedor y cuchillo y de condimentos pone solamente ají, mostaza y sal. El entretenimiento principal del local es ver todo el futbol nacional e internacional (incluso los partidos más fomes), si no hay partidos Don Nelson apaga la tele y pone la radio, lo anterior en armonía con las diversas conversaciones de los asiduos parroquianos de siempre y uno que otro visitante esporádico. Si va en invierno valla abrigado a Don Nelson no le gusta la estufa, abre todos los días del año excepto cuando hay un feriado ahí se cierra todo el fin de semana adyacente.