Restaurant chileno entre los mejores 50 del mundo
Durante años, el restaurante Boragó, liderado por el chef Rodolfo Guzmán, ha sido sinónimo de innovación, identidad y territorio. Su propuesta culinaria, profundamente arraigada en la biodiversidad chilena, ha sorprendido tanto a comensales nacionales como extranjeros. Este 2025, ese esfuerzo tuvo una recompensa histórica: Boragó alcanzó el puesto número 23 en el ranking The World ‘s 50 Best Restaurants, consiguiendo así la mejor posición que un restaurante chileno ha tenido en este certamen internacional.
El logro no es menor. The World ‘s 50 Best Restaurants es considerado uno de los listados más influyentes del planeta gastronómico, y escalar hasta el top 25 significa que la cocina chilena comienza a ser reconocida entre las propuestas más sofisticadas y relevantes del mundo. Boragó ya había figurado en ediciones anteriores —ocupó el puesto 29 en 2023 y 2024—, pero su salto de este año consolida su lugar en la élite.
¿Qué distingue a Boragó de otros restaurantes? Su filosofía se basa en trabajar con lo que ofrece el país en su estado más puro. Guzmán y su equipo han forjado una red de colaboración con recolectores, comunidades locales y pequeños productores de distintas regiones de Chile. De esa forma, construyen una despensa viva que incluye ingredientes silvestres, endémicos y muchas veces desconocidos incluso para la mayoría de los chilenos. Cada plato que llega a la mesa busca contar una historia: la del mar austral, los bosques del sur, los valles centrales o la cordillera.
Además de su compromiso con la biodiversidad, Boragó se ha ganado reconocimiento por su mirada sustentable. La estacionalidad de los productos, el respeto por las comunidades y el cuidado ambiental son pilares de su propuesta. No se trata solo de ofrecer un menú degustación, sino de brindar una experiencia que conecta al comensal con la esencia misma del territorio chileno. Comer en Boragó es recorrer un mapa, sentir la temporalidad de los ciclos naturales y descubrir sabores que son, al mismo tiempo, ancestrales e innovadores.
El reconocimiento de este año es también una señal para toda la gastronomía chilena. Que un restaurante local logre posicionarse entre los mejores del mundo demuestra que apostar por lo propio, por lo auténtico y por lo sustentable puede tener un impacto global. Boragó ya no es solo un referente individual: se ha convertido en un símbolo de que la cocina chilena tiene todo el potencial para situarse en la primera línea internacional, sin perder su identidad ni sus raíces.