Neruda vs de Rokha: la rivalidad más grande de la literatura | Vino Gato
 
 

Neruda vs de Rokha: la rivalidad más grande de la literatura

 
 

Dos grandes plumas luchando a puro verso

Compadritos y comadritas: ¡les traemos un cahuincito histórico! A principios del siglo XX (década del veinte y el treinta), mucho antes que los programas de farándula hicieran populares las peleas entre famosos, dos pesos pesados de la poesía nacional se agarraron de las mechas (o mejor dicho de los versos) en la que ha sido considerada como la rivalidad más importante y sabrosa de la literatura mundial. Esta es la historia de ese combate:

¡En esta esquina! Nacido como Carlos Ignacio Díaz Loyola en 1894, oriundo de Licantén; expulsado de su escuela por “hereje y ateo”; una de las plumas más polémicas y contestatarias de la poesía latinoamericana del siglo XX; autor de Los gemidos (1922), Canto de trinchera (1933), Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile (1949), entre muchos otros y Premio Nacional de Literatura 1965: ¡Pablo de Rokha!

¡Y en la otra esquina! Directamente desde Parral, nacido el año 1904 con el nombre de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, autor las famosísimas obras Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), Residencia en la Tierra (1935), Canto General (1950) y sus Odas Elementales (1954), Premio Nacional de Literatura en 1945 y Premio Nobel de Literatura en 1971: ¡Pablo Neruda!

Al parecer los dos Pablos lo único que compartieron fue el nombre, porque en todo lo demás dejaron bien claras sus diferencias. De Rokha, al recordar la primera vez que se cruzó con Neruda, decía: “no es difícil comprender que dentro de este aborigen feble, que escribe cartas a máquina a la literatura de América, existe un oportunista tan astuto, tan agudo, tan difuso en la conducta sicológica, que se escurre como un molusco, que devuelve batracio de sangre helada y subacuática”. No sé qué opina compadrito, pero la cosa no pintaba bien.

Cuenta la leyenda que un día ambos poetas jugaban rayuela contra dos novelistas. La dupla ganadora se llevaba una jarra de chicha. En las manos de Neruda quedó el tiro definitorio. Lo falló. Y no solo eso comadre, la teja pasó de largo ¡y rompió la jarra! Todos rieron menos De Rokha, quien le dijo: “Te puedo perdonar que seas mal poeta, ¡pero que hayas quebrado la guagua de chicha, jamás!”. Que se pierda el vino siempre es trágico, pero podría haber sido más sutil nuestro amigo.

El poeta licantenino nunca le perdonó al parralino que le “robara” su nombre y en numerosas ocasiones lo acusó de plagiar a otros poetas como Tagore, Baudelaire y Elliot. Neruda no se quedó atrás y trató a De Rokha de “charlatán sinalefo, ladrón de gallinas”.

Las diferencias se fueron profundizando a medida que Neruda iba aumentando su reconocimiento a nivel nacional y mundial, en contraste con la poca atención que recibió De Rokha. Entonces el licantenino afiló su pluma y escribió ¡un libro completo! “Neruda y yo” (1955) en el que trató al premio nobel de artista burgués y plagiador. Neruda respondió con indiferencia a quien consideraba un poeta rústico y menor.

Compadrito, sírvase una copita de su Gato preferido, porque aquí viene la mejor parte: De Rokha vuelve a la carga publicando sus Tercetos Dantescos a Casiano Basualto (1965), un listado interminable de versos iracundos y ácidos dirigidos en contra de Neruda. Para que vea el nivel compadrito, le dejamos los tres primeros versos: “Gallipavo senil y cogotero / de una poesía sucia, de macacos / tienes la panza hinchada de dinero”. Neruda no se quedó callado y en Confieso que he vivido (póstumo, 1974) aparece la imagen que este tenía del licantenino: “vivía en un mundo de continua farsa, dentro del cual se estafaba a sí mismo inventándose una personalidad amenazante que le servía de profesión y de protección”.

Independiente de quién haya salido vencedor de esta pelea, es indudable el aporte que ambos hicieron a la poesía chilena y latinoamericana, puesto que sus obras son valoradas y estudiadas hasta el día de hoy y son fuente de inspiración innegable para las nuevas generaciones de escritores ¡Salud por estos dos grandes poetas!

 

Comparte esta publicación

 

COMENTARIOS





...
 
 
 
 
 
 
 
 

INSCRÍBETE EN NUESTRO NEWSLETTER