GATO PARRILLERO
El 18 de septiembre es sinónimo de celebración, y como toda buena celebración debe tener buen manyare. Obvio. Si hasta los santos los celebramos con fiesta. Para qué decir cuando el festejado es nuestro querido país. Por eso para las fiestas patrias se nos olvidan todas las dietas y le soltamos un par de espacios al cinturón (o lo dejamos no más). Nos las damos de maestros asadores y el perfume que se mece entre los volantines no es más que el de la carne reposando sobre las brasas, esperando por el primer impaciente que se queme los dedos y exclame el primer “mmmmm, ‘ta rico”.
Y es porque el asado es el invitado de honor a este jolgorio patrio que los preparativos en torno a él nunca están de más. Gato, el vino típico chileno, tiene una variedad para cada ocasión, y para disfrutar las carnes a la parrilla le preparamos una breve guía con qué cepas maridar los platos con los que agasajará a sus comensales
GATO CABERNET SAUVIGNON
Esta cepa lleva con orgullo el apelativo de la “típica variedad chilena”, y no solo por ser una variedad del valle central de Chile es que la destacamos para esta ocasión. Al ser un vino joven, es ideal para acompañar carnes rojas, si en la parrilla también hay espacio para el cerdo, el Cabernet Sauvignon se convertirá en su mano derecha. Elegir este vino es como comerse una empanada y que venga con dos aceitunas: pura ganancia.
GATO CARMÉNÈRE
Aunque sea una cepa originaria de Francia, esta francesa tiene una historia que contar que la hace típica chilena; se creyó extinta en 1860 y volvió a aparecer al otro lado del océano, acá en Chile, en 1994. Salió patigata la perla. Con un Carmenérè en su mesa dieciochera no solo tendrá un vino que acompaña perfecto a las carnes, también asegura que si en la previa sale una que otra empanada al ruedo, no arrugue pegándose una patita de cueca con ella o el pastel de choclo que se le cruce entremedio.